miércoles, 15 de julio de 2009

Pérdida

Navegar solo en un barco por el ancho mar de los cielos es complicado...
Especialmente cando te encuentras de sopetón una terrible tempestad que no te deja tiempo para respirar, descansar o gritar. Te envuelve y te desata los nervios de acero, volviéndote débil, de gelatina, de brisa débil como un pequeño pez en una terrible marejada.
Corres a contrarreloj para que tu barco resista, vigilando todos los detalles para poder llegar a buen puerto, amarrando todos los cabos sueltos, vigilando el velamente...
Pero la incesante tormenta te hace tambalear....y siempre hay algo que se te pasa por alto... que piensas en ello unos segundos y luego confías en que le prestaste la suficiente atención...
Pero ese cabo que tú cuidaste mil veces... se te ha pasado por alto en un momento dado...
Lo que conlleva a que la tormenta golpee con violencia la zona que no aseguraste de tu barco...
El cabo se desata...se rompe...
Y con él se va una parte del barco...
Ha sido un descuido...
Pero un descuido fatal...

viernes, 3 de julio de 2009

MoonLight Shadow

La quietud de la noche se ve interrumpida por las lejanas caricias de las olas del mar y el incesante rasguido del velamen empujado por la leve brisa nocturna.
Lejos de la comodidad de mi camarote, más tranquilo me puedo sentir arriba del todo del mástil central. En la cofa del vigía.
Hay luna menguante... Menguante como mi alegría y mi espíritu presente.
Brilla desafiando a la oscuridad de la noche que lo cubre todo con su manto, el océano y el horizonte.
Pero su luz no consigue bañarme pues hace ya tiempo que no puedo mirar a la dama plateada sin que sienta ese frío helador en su presencia.
La sombra de la luna.
Donde hay luz, hay sombra.
Y yo me oculto allí, en la sombra que da la luz de esa triste y hermosa luna. Quiero que su luz me bañe, quiero brillar tanto o más que ella, ser tan especial y que todo el mundo se sienta tranquilo al mirarme... Pero es imposible para alguien que ha sido condenado a vagar tras la sombra de aquella que promete cuidado y bondad, y que al final te envuelve en su oscuro manto para que ella sólo pueda brillar.
Cuándo fue el momento en que mi barco pasó a navegar por los dominios de la luz de la luna... y cuándo fue el momento en que me encerró en su siniestra sombra eterna...

viernes, 19 de junio de 2009

Amanecer

Me desperté cuando apenas las luces del alba comenzaban a disipar el tenebroso negro del cielo. Cuando apenas el mar cantaba y las olas eran débiles ondas que morían en un silencioso suspiro. Sobre el bauprés sujetada una jarcia, mi figura recortada mirando al horizonte.
Asomó uno. Luego otro.
Y finalmente el astro rey dorado emergió de entre las aguas, como si éstas hubieran sido su cuna y su manto. Apareció sin hacer ruido, frágil como un débil sonido....
Y disipó la oscuridad, clareando el cielo de todos rosados y celestes transformandose después en un debil anaranjado.
Iluminó mi figura erguida que se estremeció con el contacto de la cálida brisa solar. Las olas se hicieron más fuertes, el sonido del mar se hizo sentir, el velamen crujía con la brisa, y las aves y los peces comenzaron a vivir.
Comenzando a vivir un nuevo día.
Comenzando a vivir una nueva aventura que deparará en una oscura y apacible noche que será sesgada por el sol.
Vivir de nuevo, dormir y descansar.. para pronto un nuevo amanecer... volver a contemplar.

lunes, 8 de junio de 2009

Respirar

No quiero respirar, no quiero sentir más...
Quiero hundirme en el profundo y eterno mar...
No quiero hablar, no quiero mirar, no quiero querer...
Solo quiero, en este preciso instante...perecer...
Cuando un día la tormenta es indomable, calándote hasta los huesos con su bramar, azotándote y no dejandote levantar... hiriéndote hasta lo mas profundo de tu interior... Y cuando parece que todo ha pasado... llegan dos leves ráfagas que consiguen tirar y destruir lo que a la tormenta pudo sobrevivir...
¿Por qué si hoy necesito de tí, tú estás como siempre estabas en el pasado?
¿Por qué si hoy me quiero morir, eres tú quien más parece sufrir por algo que no me quieres decir?
¿Por qué si hoy necesito un abrazo... ´tus brazos no estaban para acojerme como antaño hacían?
¿Por qué hoy, el primer día como éste que puedo estar junto a tí... ha resultado ser el peor de los 19 que ya han pasado?
¿Por qué mietras tú duermas intentando olvidarte de todo en brazos de unos padres que te quieren... yo estoy aqui anhelando una señal tuya que me impida tirarme al precipicio de la oscuridad?
¿Por qué sólo me quiero morir y mi corazón anhela no volver a sentir?
Pequeñas gotas de lluvia consiguen forman un salvaje rio que arrastra todo a su paso... porque todos los ríos tienes razones y se entienden...y el mío es el más feroz de todos y al que nadie intenta comprender?
Un abrazo. Nada más. Un abrazo y podré respirar.
¿Por qué en este día tan especial y a la ve tan amargo... no he encontrado lo único que me podría calmar?
Por qué....por qué tú te has ido...si te necesitaba a tí...

martes, 2 de junio de 2009

Sal

Lágrimas saladas símbolo de soledad...
Surcos transparentes cargados de verdad, que no se pueden ocultar.
Pequeñas y suaves gotas que van a fundirde con el mar, descargando su rabia y tristeza, ahogándose en bramido, en su tempestad.
Velamen rasgado y mástiles astillados, lucha incesante por el dominio del ser. ¿Quién sino sobrevive con lucha interna entre el corazón y la razón? Cuando el mar nos acaricia los pies en la arena, cuando estamos en la orilla y deseamos nadar. Cuando estamos sobre un barco y tierra anhelamos volver a pisar. ¿Qué decisión hay que tomar?
Cuando las candelas se apagan por el viento del norte, cuando los cabos rozan en cubierta sin nadie que los amarre, cuando el bauprés sigue erguido sin descanso, sin dolor. Solo adelante.
El timón gira y gira lentamente, no tiene ninguna dirección para guiar a ese barco solitario que solo quiere su perdición. Y atraviesa mares, océanos y tempestades y sigue...adelante...
Sal del mar, sal de las olas... sal de las lágrimas que no vienen solas... Pues el ventoso llanto se hace escuchar, caminando macabramente sobre las corrientes del mar.
Barco fantasmal, donde la sal nada deja crecer. Donde la sal no le deja perecer. Sigue sin rumbo, siempre adelante. Asume tu vagar, sólo posees una única certeza.
Nadie en ningún puerto te espera...

lunes, 30 de marzo de 2009

Cuaderno de bitácora

Cuando esa mañana me desperté, tras saludar y desayunar con el oído de las olas resonando en mis oídos cual cantos surgidos de mi alma, sentí deseos de escribir.
No escribir mis maniobra, pues el viento me empuja y el corazón me guía.
Quise escribir mis pensamientos, mis recuerdos, mis aventuras, mis soledades...
Describir aquel inmenso mar que me rodeaba, e infinito vaivén de las olas, la eterna brisa que surca entre los mástiles y los cientos de atardeceres que contemplo durante mi vida.
Mis memorias, mis recuerdos.
Mi vida y mi amor por el mar.
Los piratas son repudiados, y ciertamente lo he sido, pero quizá esto sirva para hacer pensar a esa gente que hay algo en nosotros, en nuestro corazón, que ellos ni sueñan tener pues en ello no creen.
Amor, libertad... no existe una palabra para poder describir a esa sensación de euforia, de éxtasis lujurioso o incluso de tristeza desbordante que nos inunda a bordo de nuestro barco cuando contemplamos todas las maravillas que los de tierra no pueden ver.
Dejo esto como recuerdo o regalo, para aquel que lo quiera leer.
Si algún día te enfrascas en esta aventura sin fin que es surcar los infinitos mares en soledad compañado del viento búscame, pues quien elige ser pirata vivirá por siempre.
El mar gritará neustro nombre, tarareará una melodía con nuestra voz. Nunca moriremos si estamos en el océano.
Si se quema este cuaderno de bitácora se perderán mis memorias. Pero mi recuerdo, aunque no esté en el corazón de nadie, el mar lo conservará.

jueves, 12 de marzo de 2009

Alfanje

Míra tu reflejo en la pulida superficie del mar, ciérnete sobre el mástil en equilibrio arriesgando tu vida por sólo que el viento tu rostro azote.
Amanece un nuevo día en el océano, donde las olas rugientes golpean el barco en el que estás, desafiándo tu coraje pidiéndo que seas su capitán.
Domador de olas, maestro de los vientos... navegante del mar.
Cierra los ojos y agarra el timón pues tu corazón será quien te indique la dirección.
No finjas miedo, ni sientas temor. El mar refleja lo que hay en t.u interior, no le puedes engañar si su compañero deseas ser, si su amistad quieres tener.
Atraviesa los mil océanos y acaricia las infinitas nubes al pasar, en tu eterno camino no te pares a descansar pues nuevas aventuras te serán otorgadas por el mar.
Rechaza los abordajes de aquellos que sienten temor, que solo quieren tener tu barco para pisar tierra firme cuando el pirata debe lanzarse sobre las olas y caminar sobre ellas, volar por los vientos y desafiar al mismísimo infierno.
No tengas miedo, el mar está de tu lado, escuchale siempre y el camino verás entre las nubes del ocaso que su adiós lanzan al mar
Blande la espada marinero, que hoy toca luchar.
Alza la mirada navegante que hoy toca gritar.
Desenvaina tu alfanje pirata, hoy llega tu libertad.