jueves, 13 de agosto de 2009

Vals

El barco bailaba al son de las olas en un continuo danzar mientras las nubes envolvían al sol radiante del mediodía.
El vals del mar.
El viento danzarín acariciando y marcando un compás por el que las olas del mar interpretan y se guían para bailar su melodía, la partitura de la naturaleza.
El barco es el amante que junta su cuerpo con la dama del mar para interpretar la danza prima día a día, sin descanso y sin final.
¿Y a dónde lleva ese fascinante vals? ¿A algún puerto o hacia el centro del ancho mar?
Dónde acabará el barco al final del vals es la incógnita de su viaje, si un pirata se deja llevar por el viento y no tiene un camino definido, ¿cuál es su objetivo en este caminar?
Si ese pirata tiene como objetivo navegar y navegar y vivir experiencias, ¿debe dejarse llevar por la corriente del vals del mar? ¿O debe definir su propio camino?
¿Cómo elegir un baile entre todos los estilos que hay? ¿Cómo elegir un estilo si tu cuerpo se mueve al son de cada uno por igual? ¿Cómo salir de la corriente si el pirata quiere unirse al mar?
El sol se oculta, un nuevo día será mañana.
El pirata se oculta en su camarote con la idea de querer encontrar ese estilo de baile, pero acostandose sin haberse decidido. El viento, las olas y su propio barco le istigan a la decisión, ofreciéndole sus propios caminos sin saber que sólo quiere dejarse llevar.
No importa cómo, cuándo ni dónde, sólo quiere bailar.
Su barco y su alma es seducida... por el vals del mar.

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