martes, 27 de enero de 2009

Bailando

La música de la naturaleza es la mejor que hay.
Los sonidos que tejen las hojas, los árboles, las flores, las olas al chocar entre si, formando melodías que llevo escuchando desde que nací.
El sonido del casco romper las olas, atravesando el mar, es el sonido de la pura y más absoluta libertad.
El baile de los delfines con el mar, moviendose acordes a las olas en la melodía de la brisa salada. Con el ritmo del agua en las venas de aquellos seres que nacieron para ser libres sin tener las limitaciones de los que viven en tierra.
Mientras atardece, los delfines bailan al son del crepúsculo, en solitario o en parejas, tejiendo un hermoso cuadro que alegra mis días y enamora mi mirada.
En el ayer bailaron, en el hoy danzaron y en el mañana... ¿quién sabrá?
Bailarán alrededor de ese barco en el que estoy, con la eterna melodía del mar, con el eterno ritmo de la brisa.
Siempre a mi alrededor...

2 comentarios:

  1. Desde luego, es increible como puedes transmitir esa serenidad, casi parece que esté en la proa de un corsario viendo todo aquello que tu describes con tanta dulzura.

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  2. q tranuilidad!
    se transmite casi sin pensar..
    bueno m encanto ese escrito..
    pasa por el mio capaz t agrade

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