domingo, 25 de abril de 2010

Silence

El silencio es la ausencia de todo sonido.
El silencio es una realidad oscura, repleta de ruido y sonidos, pero quien la vive está sorda, sólo oye sus débiles latidos.
Si echamos un vistazo al pasado, observamos los sonidos que nos envolvían y que no conseguíamos o queríamos oír.
Hoy, sobre la batallona, en plena noche sin estrellas, sólo el sonido del casco rompiendo las olas perturba la quietud de la noche. ¿Es eso el sonido?
¿O quizá es ese el silencio personal de cada uno? La melodía silenciosa que nos acuna en la noche triste, fría y oscura. Quizá la seguirímos escuchando a pesar de taparnos los oídos. Seguir escuchando las voces del pasado de la gente que se fue para no volver, oír el murmullo de los que aún no han llegado, u oír los susurros de la gente que tenemos cerca pero que por gracia o desgracia no queremos escuchar.
A veces solo conseguimos escuchar gritos de nuestra familia destrozada, apuñalándonos el corazón y destruyendo los sueños de una tranquilidad familiar en el futuro.
A veces sólo escuchamos nuestra propia voz recriminatoria de estupideces, que si aprendieramos a escuchar todo cambiaría a los murmullos tranquilizadores de atrás.
A veces es necesario detenerse sobre el mar, y aprender a escuchar nuestro silencio personal. Escuchar el silencio que mana de cada corazón, el silencio que nunca miente al revés que el sonido, engañador y displicente.
Quien no conoce su silencio, no conoce su melodía, y quien no consigue escucharla, no se conocerá en la vida.

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